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Este artículo está dirigido a los jóvenes, especialmente a aquellos que estudian o que están comenzando la vida laboral. Quiero decirte que la vida se trata de elecciones… al menos en gran medida. Y para elegir, necesitas opciones.

Cuantas más opciones tengas, más oportunidades de triunfar en la vida tendrás, obviamente. Cuando hay opciones, podemos elegir y cuando somos nosotros los que elegimos, somos nosotros los que tenemos el poder.

¿Cómo te sentirías el poder elegir cualquier escuela en la que quieres estudiar? ¿O trabajar en cualquier organización que desees?  

¿Como te sentirías levantarte hoy y escoger entre subir una montaña o correr un maratón, o simplemente quedarte en casa?

Lamentablemente, hay quienes no pueden elegir, simplemente porque no hay opciones. Puede ser por incapacidad, falta de preparación, poco conocimiento… muchas razones. Debemos entonces hacer algo al respecto ¿no crees?

Ahora, para tener varias opciones hay que ser inteligentes y no hacer cualquier cosa. No hagas algo porque simplemente te gusta, o porque tus amigos te convencieron, o quizá porque es algo sencillo y sin mucho esfuerzo. Hagas lo que hagas hoy, hazlo con la idea de tener, más adelante, un escenario de opciones.

El problema es que cuando somos jóvenes no lo vemos muy claro. Quizá por inmadurez, porque estamos distraídos, porque no estamos seguros qué haremos con nuestras vidas… o porque pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo.

Entonces, luego en algún momento, terminamos preguntándonos “¿por qué no puedo entrar en esta universidad?”, «¿por qué no puedo optar por este trabajo?», «¿por qué no puedo llegar a escalar esta montaña?» O, lamentablemente, terminar haciendo algo porque “no había opción”.

Así que hagamos hoy lo que nos de opciones en el futuro: obtener una buena educación; aprender dos o tres idiomas; construir un entorno social y profesional diversificado; ejercitar el cuerpo; contribuir a una buena causa; salir de la zona de confort; desarrollar nuevas habilidades; dar siempre más de lo que se pide. Realmente hay muchas cosas que se pueden hacer.

Ahora bien, para hacer todo eso necesitamos recursos y todos tenemos recursos, digamos la mayoría. Debemos identificar los que tenemos hoy. Puedo referirme ahora a un recurso que tenemos todos cuando somos jóvenes: el tiempo. Quizá también la salud. No hablo del dinero porque este es un recurso que -por lo general- no lo tenemos abundantemente disponible en esa etapa de nuestra vida.

Entonces, si el tiempo es el recurso que tienes hoy… úsalo, pero sabiamente. No lo malgastes. El tiempo es un recurso que, a diferencia del dinero o la salud, no se podrá recuperar jamás, pase lo que pase.  Analiza entonces cómo y en qué lo estás usando hoy y en tus planes futuros. Eso te dará idea de cuales opciones tendrás mañana.

La vida se trata de elecciones, pero sin opciones no hay nada que elegir. Hagamos cosas que nos den opciones para entonces elegir la mejor de acuerdo a nuestras circunstancias y planes. Esto nos conducirá a desarrollar nuestro pleno potencial, a tener una carrera fructífera, y una vida gratificante.

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