Más vale prevenir que lamentar
febrero 09, 2020
EDUCACIÓN, GENERAL
¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo, después de pasar por una mala experiencia u obtener un resultado desagradable: «si hubiera hecho esto o hecho aquello …»?
Sin duda preferimos prevenir que lamentar; Creo que muy pocas personas no estarían de acuerdo con eso. Ciertamente, no queremos tener problemas que nos traigan tribulaciones, especialmente si se hubieran podido evitar. Definitivamente es mucho mejor evitar un posible problema que tratar de corregirlo después de que haya sucedido. Por lo tanto, debemos comportarnos y actuar de una manera que evite que suceda algo «malo». Los diccionarios definen esto como «precaución».
Otros usarían la palabra «prevención», aunque la prevención cubre un significado más amplio; es decir, no solo podemos evitar resultados «malos», sino también evitar que suceda algo «bueno». ¿Difícil de creer? Sí, pero algunas personas todavía actúan así, y descaradamente, como lo que hizo el actual régimen venezolano el año pasado al detener la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela procedente de Colombia. El régimen colocó contenedores pesados en la frontera, bloqueando así el camino y evitando que camiones, trayendo alimentos y medicinas tan necesitados por los venezolanos, ingresaran al país. De todos modos, debemos pensar que la mayoría de nosotros tenemos suficiente amor por la humanidad y actuaremos para lograr el bienestar de todos.
Para ser realmente «preventivo», debemos enfocarnos en lograr un buen resultado, y no solo en evitar un mal resultado.
¿Es para ti «estar sano» lo mismo que «no enfermarse«?
¿Es para ti «aprobar el examen» lo mismo que «sobresalir en las materias«?
Independientemente de que la meta sea grande o pequeña, siempre debemos ejercer la prevención.
Por ejemplo, si queremos correr -y culminar-, el próximo maratón de la ciudad, comenzaremos a entrenar diaria y progresivamente, mientras comemos más saludable; y evitaremos distraernos con otras actividades o consumir dulces y grasas.
Si queremos tener un buen desempeño en la escuela, asistiremos a clases, estudiaremos las lecciones y obtendremos la confianza de que conocemos bien las materias; y evitaremos faltar a clases o pasar horas jugando en la computadora.
Solo tenemos que asegurarnos de realizar actividades que conducen a la meta deseada. Eso es ser preventivo, lo cual se desarrolla al visualizar, anticipar y analizar lo que puede salir mal o en contra del resultado deseado, sea trascendental o no.
¿Qué tan prevenido eres?
Para responder, primero debemos pensar que ser prevenido es una actitud basada en la virtud de la PRUDENCIA. Ser prudente es tener la disciplina de usar siempre la razón, la ética y el sentido común ante cualquier situación, de discernir y elegir el comportamiento, las herramientas, y los medios correctos para lograr el esperado buen resultado.
El hombre prudente no actuará precipitada y descuidadamente.
Pero la prudencia debe ser internalizada para que ocurra espontáneamente; y la mayoría de nosotros no estamos lejos de eso. Muchos ya usan «listas de verificación» antes de comenzar un trabajo; muchos hacen un análisis de «pros y contras» ante una situación; muchos «planifican» los pasos y acciones a seguir cuando se realiza un proyecto.
Muchos actúan para evitar riesgos en contra de la salud, por ejemplo, al vacunarse o al lavarse bien las manos, especialmente cuando se sabe que hay un virus que está afectando multitudes.
La prudencia nos ahorrará tribulaciones y miseria.
Las personas sabias ejercen la prudencia. ¿Eres tú sabio?
¡Reflexiona sobre eso y no te olvides de darle un vistazo a los otros artículos y al nuevo libro LOS PRINCIPIOS DE SICAMOR!